En la Sesión del Consejo de Gobierno del pasado día 21, el PAS expresó su malestar ante la falta de transparencia y participación de esta importante medida, entregando un texto suscrito por ambas candidaturas representadas. (ver)
El pasado 9 de marzo el Consejo de Dirección acordó un Plan Urgente de medidas para reducir el gasto en gas y electricidad, ante el alarmante incremento de precios, pues se calcula un incremento de gasto anual de 5 a 7 millones de euros, cifra inasumible por el actual presupuesto universitario.
Para reducir el gasto, además de optimizar el consumo, se plantea reducir la actividad, promoviendo el cierre de las instalaciones de forma general a las 17 horas, en lugar de las 21:30 horas actuales. Teniendo en cuenta que la programación del actual curso no se puede modificar sustancialmente, se propone planificar el curso siguiente bajo este condicionante.
A nadie se le escapa que una medida de este calado tiene gran número de consecuencias tanto para los estudiantes, que podrían ver reducida su oferta académica y la utilización de servicios como bibliotecas, laboratorios, salas de usuarios, actividades deportivas y culturales, como para el personal propio (PAS – PDI) y el personal contratado (Servicio de Limpieza, Hostelería, Seguridad, Mantenimiento, etc). Los principales interrogantes que plantean estas consecuencias se encuentran sin respuesta, aunque por parte de la Gerencia se expresa la intención de propiciar ahorros únicamente mediante la reducción del consumo de energía, no buscando, ahorros mediante la aplicación de medidas laborales o amortizaciones de puestos de trabajo, aunque seguro que si se los encuentran también los aplicarán. Por ejemplo, con las jornadas partidas o turnos que no se realizarán.
Varios centros han expresado la imposibilidad de ajustarse a ese horario de cierre, con la actual oferta académica y distribución de la docencia. Desde el Rectorado se establece el cierre de las 17 horas de forma orientativa, así que habrá que ver qué instalaciones y servicios se entienden como no fundamentales en cada Centro quien deberá designar un interlocutor energético con esta finalidad.
Desde nuestro punto de vista este tipo de «Medidas de Racionalización» trasladan el coste del Servicio Público al ciudadano, pues será el estudiante o el PAS-PDI quien correrá con el gasto de la luz y climatización o el equipo informático.
El Rector asume que no se ha explicado esta Plan adecuadamente y el Gerente reconoce que la redacción del documento resulta excesivamente contundente, no dando pie a una aplicación flexible que anteponga la actividad universitaria a su coste económico. Se explica que desde el Vicerrectorado de Infraestructuras ya se venía trabajando en un plan de eficiencia energética y generación de energía propia, que ha servido de base para este Plan Urgente.
No se ha indicado que se va a solicitar a la DGA un incremento de la asignación que cubra este posible desfase presupuestario, en línea con las modificaciones presupuestarias que el Gobierno de Aragón deberá realizar para cubrir los incrementos de coste en otros Servicios Públicos. En este sentido el Rector informó que en los próximos días está prevista la aprobación del Acuerdo de Financiación de la Universidad por parte del Gobierno de Aragón, transcurrido un año desde que se anunció por la Consejera de Universidad.